El aloe vera es la manera que tiene la naturaleza de cuidar nuestra piel y a pesar de los avances científicos que tenemos hoy en día en cosmética, sigo siendo la mejor. Y además es más asequible.
Es una planta muy fácil de cuidar, por lo que muchas personas optan por tener una en su casa.
Sin embargo, para efectos más eficaces, es aconsejable comprar aloe vera de una concentración muy alta.
Entre las propiedades del aloe, destacan su poder cicatrizante y regenerador cutáneo. Eso lo convierte en la crema perfecta para aplicar después de tomar el sol y especialmente si te has quemado la piel. El efecto humectante del aloe, hace que tu piel se mantenga húmeda en todo momento y con ello ayuda a su hidratación. Por supuesto que también es altamente útil para quemaduras de otro tipo, por ejemplo de ácido, picaduras de insectos e incluso infecciones tipo micosis, psoriasis o llagas.
Es obvio, que se trata del acompañante perfecto para el verano!
Además de regenerar la piel, el aloe vera también actúa como loción contra el acné, las varices, las hemorroides y las inflamaciones. Esto se debe a su alto poder desinfectante. El aloe vera posee carricina, una sustancia que refuerza el sistema inmune y ayuda a las defensas, así como saponinas, que actúan como un antiséptico.
Como puedes ver, los beneficios de esta planta son incalculables, pero esto no es todo.
El uso del aloe vera, a parte de sus múltiples beneficios, actúa también como epitelizante. Esto quiere decir, que elimina la acumulación de las células muertas, aportando de ese modo luminosidad a la piel.
¿Entiendes por qué lo usamos después de cada depilación? 🙂