El peeling es tratamiento dermatológico de última generación que permite devolver a la piel su juventud y luminosidad. Se trata de una técnica de exposición que promueve la renovación de la dermis tanto facial como corporal.
Hay que decir que existen tres tipos de peeling: superficial, medio o profundo. Según el tipo, se obtienen diferentes beneficios, como aumento del colágeno, despigmentación de manchas, control sobre la grasa y bacterias en las pieles con acné. Para este tipo de tratamiento a cada persona se le hace un estudio personalizado, debido a que no todo el mundo tiene los mismos problemas epidérmicos.
Para familiarizarnos más con esta técnica milagrosa os explicamos brevemente a que están enfocados cada uno de los tipos de peeling anteriormente citados.
Peeling superficial: cierra poros, disimula cicatrices provocadas por el acné y las arrugas finas. Este, aporta más uniformidad al tono de la piel y un aspecto y saludable.
Peeling medio: recomendado en casos de envejecimiento solar o tóxico, puesto que actúa sobre las arrugas finas y de profundidad media, así como las manchas de acné.
Peeling profundo: actúa sobre las arrugas superficiales, medias y profundas, además de eliminar manchas solares, cicatrices, y acné. En este tipo hay que resaltar que sus activos mejoran considerablemente la flacidez de la piel, dando un aspecto más terso y suave.
Entre sus beneficios se encuentran:
– Renovar las capas dañadas y eliminación de las células muertas de la piel.
– Disimula, disminuye y afina la profundidad de las arrugas.
– Facilita la eliminación de las manchas producidas por el sol.
– Mantiene la piel sana, tersa, libre de impurezas y luminosa.
– Mejora la calidad de la piel y produce más colágeno y elastina.
Finalmente, después de las sesiones de peeling la higiene y la protección solar es un factor fundamental para el mantenimiento del tratamiento.
Clínicas DH te cuida.