El verano es una época llena de cambios: Modificaciones en tu horario de trabajo, la emoción por la llegada de las vacaciones, organizar un montón de planes veraniegos…
Y es que, cuando el calor aprieta, solemos experimentar síntomas relacionados con el estrés, como irritabilidad, alteración del sueño y deshidratación. Todos estos factores repercuten en nuestro bienestar general y, a menudo, suelen desencadenar una notable tensión muscular, la cual se concentra en áreas concretas del cuerpo, especialmente en la mandíbula.
Si alguna vez has experimentado síntomas como dolor en la musculatura de la mandíbula o has notado que rechinas los dientes de manera inconsciente, es probable que se trate de bruxismo.
En este artículo, te contamos cuál es la relación que existe entre el bruxismo y el verano y te ayudamos a detectar sus síntomas para que puedas ponerle remedio lo antes posible con nuestro tratamiento con neuromoduladores.
Todo lo que debes saber sobre bruxismo
Hablamos de bruxismo cuando se produce el hábito de tensar la mandíbula o rechinar los dientes de forma totalmente involuntaria. Este comportamiento puede ocurrir tanto de día, como de noche, aunque el rechinar de los dientes suele ser más evidente durante la noche.
Aunque el bruxismo no es considerado como una afección peligrosa, identificamos diferentes niveles de gravedad, lo que implica que no siempre requiera de tratamiento.
Detecta sus síntomas y ponle solución
Antes de nombra sus síntomas, es importante tener en cuenta que son movimientos que la persona hace de forma totalmente inconsciente, lo que dificulta que uno mismo pueda notarlos. Fe hecho, suele ser una segunda persona la que nota el rechinar de los dientes durante el sueño.
A continuación, enumeraremos algunos de sus síntomas más habituales:
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Rechinar o apretar los dientes. Este es uno de los síntomas más notables, especialmente porque el sonido que produce puede ser muy molesto para quienes están cerca. En consecuencia, suele producirse desgaste en los dientes.
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Tensión o dolor mandibular. Suele manifestarse como una rigidez en los músculos de la mandíbula. Esta tensión puede producir dificultad para abrir la boca y provoca dolor.
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Dolor en la parte interna de la mejilla. Morderse la mejilla durante el rechinamiento de los dientes es otro síntoma común. Las personas que experimentan este síntoma puede notar pequeñas áreas enrojecidas, lo que produce malestar a la hora de comer o beber.
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Cefaleas y asimetrías faciales. Se producen debido a la tensión constante en los músculos de la mandíbula y el cráneo.
¿Por qué se intensifica durante el verano?
Aunque la llegada del verano y el calor no son causas directas del bruxismo, sí que lo son los factores que derivan de ellos, como lo es el estrés. Las altas temperaturas pueden causar constante sensación de incomodidad, lo que puede generar tensión muscular.
Asimismo, la falta de sueño provocada por el calor impide que el cuerpo no se relaje adecuadamente, manifestando esa tensión a través del rechinamiento de los dientes.
Tratamiento contra el bruxismo: Neuromoduladores
En Clínicas DH abordamos el bruxismo tratando directamente los músculos específicos de la masticación con neuromoduladores.
Para tratar esta afección, se debe reducir la fuerza y la intensidad de esos movimientos que se realizan de forma inconsciente, sin afectar a las funciones normales del día a día, como la masticación de alimentos.
Los neuromoduladores afectan a la comunicación entre los nervios y los músculos. Al inyectar esta sustancia, bloqueamos estos estímulos y evitamos que los músculos reaccionen y sean menos propensos a contraerse. Por tanto, el tratamiento actúa como relajador y alivia la presión de los músculos, disminuyendo los dolores asociados con el bruxismo.
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